Cuentacuentear

«Ay, si las paredes hablasen»…y ¡ay, si las personas le supiesemos poner un poquito de sal a la vida todos los días! Tampoco parece tan difícil, y aunque lo sea, merece la pena el esfuerzo, porque los resultados son infinitamente mágicos.

La cosa va de algo tan viejo como la comunicación oral, la transmisión de historias con los ribetes y toques personales de cada sujeto que cuenta, y estos chicos de La Escuela de Cuentacuentos lo hacen de maravilla, tanto que parece muy fácil ser capaz de transportar a los que te escuchan a realidades que parecen más cercanas así transmitidas.

Seguir leyendo en mi web http://elenaninobernal.com/cuentacuentear/.

 

Deja un comentario